sábado, 10 de septiembre de 2016

Vuelta al cole, también para mamá

El mes de septiembre, y su consabida "cuesta". Libros, uniformes, todo marcado, zapatos nuevos, mochilas, material escolar...Para muchas madres que, además comienzan a trabajar en su labor profesional y se topan con la vuelta al cole, esta es una de las épocas del año más agotadoras. 

Llevo varias semanas pensando en publicar este post, sin conseguirlo por dedicarme a otras tantas muchas tareas: trabajo profesional, cenas entre tocados, sombreros entre lavadoras, peinas en los pucheros, atracones de e-mails, reuniones a doquier... Con este panorama, si no te centras ni sabes tus prioridades, créeme nena, estás perdida. 

Para mí el mes de agosto ha sido fundamental. Y mi hermana Amparo ha sido una coach personal fabulosa. Ella me ha dado algunas pistas para saber que nosotras, las madres, mujeres, esposas, trabajadoras, hijas, amigas, tenemos que dedicarnos tiempo, aunque sean 10 minuto al día. 


Si en un antiguo post os decía que el año pasado me pintaba las uñas en el coche y me repasaba las cejas en el semáforo: Chicas, esto ha cambiado. Uno de mis firmes propósitos para este nuevo curso ha sido no pintarme en el coche. No quiero vivir con prisas. Quiero degustar el día a día con toda la belleza y todas las contradicciones que nos deparan. 

Para eso he descubierto este verano algunos trucos que pueden ayudarte a ser más feliz y dejar las prisas a un lado:

Dale mil vueltas y piensa en sacar media hora o una hora al día, si puedes, para hacer algo de ejercicio. Mucho mejor si es a primera hora de la mañana, antes de que la casa empiece a funcionar y todos se levanten. Ese será tu momento. Si consigues hacerlo más de una semana, comenzará a picarte el gusanillo y será para ti un hábito que no dejarás. Será tu pequeño momento del día. 

Levántate temprano. Para conseguir lo anterior, esta pauta es fundamental. Al principio cuesta, pero después notas como si el tiempo se multiplicara. 

Ponte una venda en los ojos y sal a la calle. Me entra la risa solo de pensar que quieras salir de casa con todo en orden. Delega y haz las tareas pendientes una vez que llegues a casa. Si no, vivirás agobiada y llegarás tarde a todas partes. Te lo digo yo, que a mí ya me ha pasado. 

No son grandes descubrimientos, pero estoy segura de que te ayudarán a vivir un poco más en paz, sin dejar abrumarte por las prisas y la inmediatez. 


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