jueves, 20 de noviembre de 2014

Ojalá

Por fin llegó el momento de poder escribir. Creo que mi gusto por la escritura supera las manualidades, los tocados, la decoración, la cocina, mi pasión por la moda y por hacer (o intentar) cosas bonitas... Quizá por eso mi vocación de periodista es eso, vocacional. Y escribir y llegar a expresar con palabras lo que uno tiene en el corazón, no tiene precio. 


Escribir, sí señores, con bolígrafo y papel. No soy fanática de la tecnología ni muero sin el último modelo de dispositivo móvil, pero son medios necesarios hoy día, si queremos participar de lo que nos ha tocado vivir. 

Cuando puedo, procuro escribir "a mano", la lista de la compra, mis tareas pendientes, listas interminables de cosas que tengo que hacer, que luego andan en el fondo del bolso y rodando por la casa...Pero nadie me puede quitar el placer de escribir "a boli" o al "golpe de pluma" las ideas que se me pasan por la cabeza...

Y me encuentro con la nota que me recuerda que habría que comprar a la niña más leotardos rojos de la talla seis, que esta misma tarde debo comprar pan y patatas, y que mañana toca lavado del coche, peluquería, cita con el dentista, y, ¡oh no! próximamente, hacer un orden drástico al caos de mi armario...

También encuentro notas con las cosas que me gustan, planes por hacer, amigos a los que llamar, ilusiones por cumplir, sitios y viajes soñados...

Y yo sigo anotando, sigo escribiendo con la música de fondo de Silvio Rodríguez, Ojalá. Ojalá siempre sea libre de escribir, de anotar, de imaginar con palabras, de soñar con las letras, de disfrutar con el placer de la escritura. Ojalá

No hay comentarios:

Publicar un comentario