Lo confieso. Ya no sabía dónde ponerla. Fue una pequeña librería de cuarto de invitados. Inicialmente estuvo en el salón de nuestra primera casa, como pequeña estantería. En nuestro dormitorio con accesorios, joyas, bisutería....Incluso pensé utilizarla en la cocina...Una estantería rodante, diría yo.
Y al final, parece que le hemos encontrado un lugar, aunque sea solo en Navidades. Diana venía loca de contenta pensando en poner su Belén de muñecos en el salón. Por aquel entonces me rondaba la idea de hacer un casita de muñecas con la estantería, utilizando cada hueco como estancia. Así que se me cruzaron los cables y la pinté de azul. Moví la mitad del salón con mi bombón para hacerle un hueco. Y con unos papeles de motivos coloridos y navideños, hice el fondo de su "Belen- casita de muñecos". Y desde ese momento juega y juega con los personajes sin descanso.
Ese día, Cuando llegamos del colegio le dije: "Diana, ¡cierra los ojos!". Y cuando los abrió, le pregunté: "¿te gusta?" Y me dijo: "¡No me gusta! ¡Me encanta!" Y desde ese momento inventa historietas cada tarde, con el belén como protagonista.
Una tarde me acerqué a ella y le pregunté:"¿Pero a qué juegas tanto con las figuritas? Y me dijo que estaban haciendo una fiesta todos los personajes. Me imagino, y esto es cosa mía, que celebrando seguramente el nacimiento del Niño Dios.
Su respuesta no tuvo desperdicio. Y cada día, disfruta como una enana con su belén. Y quién pudiera pensar que una vieja estantería sería el escenario flamante de un pequeño belén infantil. Con ganas e ilusión, todo se puede.
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